Publicado originalmente en ladobe.com.mx
Mely Arellano
@melyarel
Alguien sugirió vía Twitter que viéramos el cortometraje Violeta.
Alguien más lo propuso casi al final del encuentro. “Además así se
llama mi mamá”, dijo, y ante tal justificación pues quién iba a negarse.
La historia es como un cuento o un sueño: más bien un cuento sin final feliz o un mal sueño.
Violeta pierde a sus dos hijas, las amarillas, que son secuestradas, violadas y asesinadas por los sin sombra.
Violeta las busca sin cansancio, aunque hay quienes le sugieren que
deje de hacerlo. La historia es real, sucedió en Colombia. Al final de
la proyección, mientras los créditos se deslizaban hacia abajo
desapareciendo de la pantalla, aún guardábamos silencio. Un silencio que
sin decir, decía: eso también está pasando en México.
“Si no caminamos juntos, esto no va a
cambiar. Que las cosas mejoren es responsabilidad de todos. El país ya
nada más es como un cascarón, hay que trabajar por él”, se escuchó por
ahí y otro más por allá: “Es un error creer que estando dentro de
nuestras casas estamos seguros, porque un día van a entrar a sacarnos”.
Las voces fueron pocas, pero las palabras comunes.
Después de día y medio en la Primera Reunión Nacional del ContingenteMx
(#ContingenteRN), revisando el trabajo hecho, evaluando nuestras
fortalezas y debilidades, reorganizando una agenda que, sabemos, irá
modificándose con los días porque con los temas de justicia, paz,
derechos humanos, género y democracia no se puede prever, de pronto nos
cayó la realidad encima en forma de una animación, de una historia de un
país que no es el nuestro pero que también nos duele, y ahora duele más
que antes, porque comenzamos a compartir heridas.
El amor y el dolor por México es lo que
hizo que un tuit lanzado hace más de un año se haya convertido en un
movimiento, y que además, como si fuéramos gremlins, comenzáramos a
multiplicarnos aquí, allá y hasta del otro lado (Contingente Seattle).
En algunas cosas podemos no estar de
acuerdo. Pero qué más da cuando esas cosas se pueden hacer de lado y
entonces ocurre la escena: uno llega, se sienta, se acerca alguien más y
te dice “¡Ah, tú eres @melyarel!”. Lo que sigue es la construcción de
recuerdos y anécdotas. Y reconocer que, en realidad, a todos los
conoces.
ContingenteMx somos un montón de
ciudadanos que buscamos incidir en los asuntos locales de seis estados y
el DF, pero también impulsamos una agenda nacional y ocasionalmente
hacemos alianza con otras organizaciones.
Quizás una de las acciones que más proyección ha tenido es la creación y administración de la cuenta de Twitter @TienenNombre,
que nombra y a través de ello busca honrar a las víctimas de la
violencia en México. Una iniciativa que ha sido muy bien recibida por la
sociedad y en particular por los familiares de las personas muertas,
que al no encontrar justicia, al menos sienten consuelo.
Y es que son esas pequeñas acciones las
que mueven al ContingenteMx, de eso se nutre, es lo que junta nuestros
pasos, orienta nuestros caminos. Somos ciudadanos, no nos toca impartir
justicia, pero sí exgirla; no aprobamos las leyes, pero las impulsamos;
lo que tenemos es voz y sí que la usamos, ganas y por ellas no paramos,
somos familia, somos país, somos Contingente.
@ContingenteMx se conforma por
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